Aldea tranquila situada a unos 900 m. de altitud, sobre una hoya rodeada de montañas, campos de cereal, almendros y viñas. Precisamente este último cultivo tradicional en la zona y venido a menos en las últimas décadas, está siendo revitalizado con proyectos como el la moderna bodega Baldovar 923.

La aldea está dividida en dos barrios, uno a cada lado del céntrico lavadero, lugar de encuentro social, en especial para las mujeres, al igual que el frontón lo es para los jóvenes. Existe además un tercer barrio con muy pocas casas situado en lo alto del Puntal. La aldea cuenta con ermita y en su entorno se han excavado yacimientos de gran interés paleontológico.