¿Quién me pasa la pelota?

Pasarnos la pelota como deporte nacional, global, salvo indígenas y honrosas excepciones. Pero más que un deporte, toda una cultura, la cultura de la comodidad, de la dependencia, la cultura del trasvase de responsabilidades a administraciones, líderes y autoridades, la cultura de la alienación de buena parte de nuestra vida cotidiana, la cultura de la excusa y del ya se hará mañana…

Foto: Ester Serrano

Una pequeña muestra de esta cultura es trasladar la pelota de nuestros residuos y también de nuestras quejas al de al lado, a los demás, a los supuestos responsables del asunto… Pero ya pasó el tiempo de quejarse de lo guarros que son los vecinos, de la ineficiencia de la empresa gestora de residuos, de la inacción del ayuntamiento, de la incompetencia del papá Estado, del derroche industrial… la culpabilidad invariable y absoluta de eso que llamamos “sistema”. Todo ello mientras tomo en mi mano el miserable poder que aún ejerzo sobre mi vida, simbolizado en un mando a distancia. Hemos picado, sí, pero de nuestro propio cebo: el cebo de la comodidad, la pereza, el silencio y, en última instancia, el miedo. Siento anunciarte que no hay más responsable de tu huella que tú mism@.

La autogestión de residuos, la autogeneración energética, la soberanía alimentaria, las compras de proximidad… ¿nuevo paradigma para la sostenibilidad? ¿Por qué no? Son cosas que yo veía como lejanas, inaccesibles hace apenas dos años. Hoy, tras dar pasos adelante, algunos sencillos, otros más esforzados aunque en ningún caso sufridos, compruebo con esperanza que no solo son posibles sino que nos llaman a todos a la puerta y son fuente de satisfacción personal y de aportación al bien común. Aún me quedan muchos pasos que dar, algunos tan importantes, a la vez que retadores, como renunciar definitivamente al vehículo motorizado privado o hacer del sector primario mi primera actividad. Para esto último no doy el perfil a ojos de casi nadie, incluido los míos. Pero… ¿quién me iba a decir hace solamente dos años que yo dejaría de pasarle mis basuras a los demás y que incluso algunas personas vendrían a la entrañable aldea de La Almeza a ver lo que hago con ellas?