La vida siempre termina floreciendo. Hemos hecho muchos méritos para acabar con ella, grandes esfuerzos por ordenar, contar, vigilar, asegurar, apropiar y rentabilizarlo todo. Pero la vida brota por más que nos empeñemos en exprimir todo bicho viviente y no viviente, en sacarle el máximo beneficio con el mínimo esfuerzo.
No tuvimos suficiente con domesticar plantas y animales en huertos y granjas. Tuvimos que hacer lo mismo con las personas en cuarteles, fábricas y oficinas. Pero la vida brota en cualquier lugar.
No tuvimos suficiente con encerrar imágenes, cifras, nombres y otros datos tras una pantalla. Hubimos de encerrarnos a nosotros mismos en nombre de la religiosa fe en la digitalización. ¿Ha mejorado la vida en el planeta? ¿Ha mejorado el ser humano? ¿Has mejorado? Respóndete sinceramente y sea cual sea la respuesta, demos gracias porque la vida emerge sin remedio por más que nos equivocamos.